The naming of Cats. parte II

Estaba en plena cacería de un gato naranja para casa cuando Tuki me sorprendió manifestando serias intenciones de adoptar un gato.
Tuki es mi media toronja. Siempre habíamos hablado de tener un gato y siempre habíamos llegado a la conclusión que era demasiado complicado. No estaba nunca en su casa. Tenía pensado empezar un Phd pronto, en otro país.

Yo me comprometí desde el principio a adoptar al gato cuando se fuera. Si se iba. Que se fuera y que adopte un gato eran temas de conversación, mas o menos vagos, como viajar a st peterburgo o a praga. El quería un gato negro con patas blancas y lo iba a llamar Bismarck. El capricho había salido de haber leído demasiadas veces El tambor de hojalata de G.Grass
Me lo había leido en voz alta en una de nuestras primeras salidas.

Les copio unas lineas:

"Érase una vez un músico que se llamaba Meyn y tocaba maravillosamente la trompeta. Vivía en el cuarto piso, bajo el tejado de un inmueble de pisos de alquiler, mantenía cuatro gatos, uno de los cuales se llamaba Bismarck, y bebía de la mañana a la noche una botella de Ginebra. Esto lo siguió haciendo hasta que la calamidad vino a hacerlo sobrio"


Debería haber sospechado de las intenciones del Universo cuando lo del gato se concretó. De un dia para el otro, me pidió que lo acompañe a ver un gatito.

Lo fuimos a ver. Era todo gris y juguetón y lindo. Lo adoptamos poco tiempo después.
La foto es del día en que llego. Atrás esta el masajeador de los abuelos de tuki. Desde el principio ese gatito tuvo adicción a los cables de baja tensión.



Sobre como se iba a llamar estuvimos discutiendo sin parar. Los niveles de intransigencia llegaron cerca de aquellos de las peleas en el videoclub, en las que yo termino insistiendo por musicales y el por "la monja asesina biónica". Todos los inocentes bystanders en esos momentos fueron sometidos al referendo. No se podía llamar Birsmarck, porque no era negro con patas blancas.

Con mis amigas habíamos llegado a la conclusión unánime que el gato se tenia que llamar Sergio Dennis. Si. Sergio Dennis. Me sigue pareciendo un nombre excelente para gato.

Otras alternativas que llegaron al ballotage fueron, pero es mejor ponerlas en forma de diálogo.

Como se llama el gato?
1) "que gato"
2) "yo no veo ningun gato"

Claramente, si ganaba la opción 2 le diríamos "yono"

Tuki quería que se llame Goldstein. Nunca me cerró, pero el gato iba a ser ligeramente mas suyo que mío. Se termino llamando Elías Goldstein. Llegó al hogar con unos dos meses y medio, adentro de la caja de una plancha. Todavía lo tenemos, todo el mundo lo ama.

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