Vocación animal
En este momento tenemos dos animales viviendo con nosotros: Fidelio y Papín
No solo se envidian las respectivas comidas, sino los destinos. Fidelio es un akita inu, un perro negro enorme.
Papín es un gatito naranja.
Fidelio es un dispositivo de seguridad, pero le gustaría ser una mascota de interior
Papín es una mascota, que intentamos mantener inutilmente en el interior, que en realidad tiene vocación de dispositivo de seguridad
Hay algunas razones por las cuales Fidelio no puede ser un "pet". Como morder indiscriminadamente e intentar matar a tuki. Pero le encantaría. Le encantaria vivir adentro, dormir en nuestras camas y que le rasquemos la panza.
Existen varias razones por las cuales Papín no puede ser un dispositivo de seguridad:
mide 25 cm de largo, pesa medio kilo, y nadie le tiene miedo. Eso no lo detiene de creer que es un doberman aterrador, y sale a defender las premisas. Por alguna razón, cree que es del mismo tamaño que Fidelio.
Vuelve todo cubierto de pequeñas cicatrices. Hace grandes operetas de ataque con otros gatos por los techos a las 3 de la mañana. Lo castramos a ver si se transformaba en un pequeño gatito de interior, pero por ahora el color naranja le viene ganando al declive hormonal
No solo se envidian las respectivas comidas, sino los destinos. Fidelio es un akita inu, un perro negro enorme.
Papín es un gatito naranja.
Fidelio es un dispositivo de seguridad, pero le gustaría ser una mascota de interior
Papín es una mascota, que intentamos mantener inutilmente en el interior, que en realidad tiene vocación de dispositivo de seguridad
Hay algunas razones por las cuales Fidelio no puede ser un "pet". Como morder indiscriminadamente e intentar matar a tuki. Pero le encantaría. Le encantaria vivir adentro, dormir en nuestras camas y que le rasquemos la panza.
Existen varias razones por las cuales Papín no puede ser un dispositivo de seguridad:
mide 25 cm de largo, pesa medio kilo, y nadie le tiene miedo. Eso no lo detiene de creer que es un doberman aterrador, y sale a defender las premisas. Por alguna razón, cree que es del mismo tamaño que Fidelio.
Vuelve todo cubierto de pequeñas cicatrices. Hace grandes operetas de ataque con otros gatos por los techos a las 3 de la mañana. Lo castramos a ver si se transformaba en un pequeño gatito de interior, pero por ahora el color naranja le viene ganando al declive hormonal
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